El ejército de terracota de Xi’an es un ejército de cerámica con más de 2000 años de antigüedad creado por el Qin Shi Huang, primer emperador de China y fundador de la dinastía Qin. Es un tipo de arte funerario enterrado en formación de batalla en el Mausoleo de Qin Shi Huang, a un kilómetro de la tumba del emperador para proteger esta. Según las memorias históricas de la antigua China, el mausoleo comenzó a construirse cuando el emperador subió al trono, a los 13 años de edad. Este emperador hizo grandes cosas, pues logró bastantes avances militares, tecnológicos, adminitrativos, económicos y reunió los reinos combatientes de la Dinastía Qin. Aunque tambien fue conocido por su tiranía.

Las figuras fueron descubiertas por agricultores locales durante unas obras para abastecimiento de agua en 1974, cerca de Xi’an. Entre las fosas había figuras de unos 8000 soldados, unos 150 animales y 130 carros tirados por 520 caballos.
La primera fosa tiene una extensión de 230 metros de largo por 62 metros de ancho y contiene unas 6000 figuras de guerreros y caballos, dispuestas en posicion de batalla: una primera triple línea compuesta de 204 arqueros y ballesteros mirando al frente, seguida de treinta columnas formada por soldados de infantería intercalados en intervalos regulares con 35 carros de madera tirados por cuatro caballos. Esta primera fosa fue cubierta por un hangar que cubre toda la excavación y el recinto denominado museo de guerreros y caballos de terracota, que se concluyó en 1979.

La segunda fosa está compuesta por otro grupo de 1400 soldados, muchos de ellos sin restaurar, con mayor variedad de tropas, incluyendo, además de arqueros, carros y soldados de infantería, también lanceros, soldados de cabalería y dos comandantes: uno en la última fila de vanguardia y otro montado sobre un carro de combate detrás de los demás carros y la infantería.

En la tercera fosa se encontraron 86 figuras, casi todos oficiales. Es conocida como «la fosa de los generales», pues se cree que representa al Estado Mayor del ejército.
Las figuras son de tamaño natural: miden 1,80 metros de altura y están equipados con armaduras fabricadas también con terracota. Los uniformes reflejan también los rangos militares a los que pertenecen. Cada soldado estaba equipado con un arma real.
La tierra en donde estaban enterradas, que contiene altos niveles de mercurio, permitió que las armas se conservasen durante dos mil años. En la excavación se encontraron miles de puntas de flecha, junto con docenas de espadas, lanzas, ballestas y otras armas de bronce.

Las figuras estaban adornadas con esmaltes y pinturas de diferentes colores. Pero esta pintura se aplicaba sobre una base de laca, que al desenterra las piezas se oxidaba y se desconchaba perdiéndose con ella la pintura. Ahora, las piezas de color se trasladan a un laboratorio instalado en el propio yacimiento para preservar los colores gracias a técnicas modernas.